La ciencia mas antigua de la Humanidad, sigue siendo la mas fascinante.

 

Ayer vendí mi primer telescopio, un respetable y lindo aparato para iniciarse en esta hermosa disciplina de la Astronomía, que también como toda aficción tiene mucho de pasión.
Se fué en buenas manos, a hacer su debut escudriñando los diáfanos cielos del sur, en Bariloche.
Lo adquirí en 2011, luego de mucho tiempo de haber deseado tener uno: ya de púber me las rebuscaba observando la luna con uno improvisado que había construído usando unos gemelos de teatro.

 
Lo fascinante de todo esto es que una vez que te maravillas con la bella inmensidad de la bóveda celeste quieres seguir aprendiendo sobre ella, porque al descubrirla te sitúa en un lugar diferente: es como tomar conciencia de la vastedad infinita del Cosmos y del lugar que ocupamos en él. Porque te das cuenta adónde perteneces, y quieres saber las razones de porqué. 
Y comienzas primero a tratar de entender las leyes ópticas que te aclaran como funciona un telescopio, a porqué la bóveda celeste se ve como se ve desde nuestro planeta, a escudriñar felíz montañas, valles y cráteres lunares, las franjas y satélites de Júpiter, los anillos del bello y misterioso Saturno, qué es lo que estás observando cuando descubres maravillado estrellas, cúmulos estelares, nebulosas, galaxias, que a simple vista no puedes ver.
Y luego quieres aprender como funciona ese despliegue de soles y objetos cósmicos, quieres aprender porqué las estrellas brillan, porqué los planetas giran, y al final retrocedes a la primigenia pregunta que a fin de cuentas nos hacemos nosotros los seres vivos y racionales: porqué el Cosmos es como es y de dónde provino; esa es la Cosmología, una de las ramas mas  interesantes y especulativas de la Ciencia Astronómica, que comparte fronteras con la Filosofía y con la Religión.

Si puedes y se te da la oportunidad, vete a observar el cielo a algún  observatorio de los varios que hay por ahí y ofrecen visitas guiadas, ó tan solo acércate a algun grupo de aficionados astronómicos y pídeles que te dejen mirar a través de sus telescopios y verás lo solícitos que son porque les encanta compartir y explicar las maravillas de un cielo estrellado.
Y si bien hoy existen sofwares que te permiten apreciar el Cosmos -un Cosmos virtual- cómodamente sentado frente a tu pantalla Led ó a tu computadora, no hay mejor cosa que  experimentar en vivo, en tiempo real, en carne propia, ése inmenso despliegue que hace nuestro Universo a través de un telescopio, que a fin de cuentas no es mas que un gran lente, para ver más de lo que nos rodea y en lo cual todos estamos inmersos.