El hacha del destino curte impávida sobre tu cabeza Y ves el sol y todo eso con lindos colores psicodélicos pero una pastilla más, otro ácido el filo corta un poco más adentro en tu cráneo, sobre tu cerebro.
¿Y qué vas a esperar? ¿Qué vas a hacer...?
No sirve alucinar demasiado ya no descubres buenas cosas para respirar El hacha baja un poco más y un poco más La mente crítica acusa y se burla y decide también. La mente crítica está generalmente afilada como el filo incorruptible del hacha.
Esta tarde-noche que me tiré a dormir una siestita, soñé con Pepe, un
compañero del laburo ya fallecido. Aparecía vestido con un buzo o una
remera verde muy cool, cuando siempre fue un tipo muy convencional para
vestir: camisa, mocasines, nunca una remera. En mi sueño Yo me ponía muy
contento de verlo y lo abrazaba efusivamente - actitud extraña en mí
que soy mas bien parco y poco demostrativo - y ahí justo me
desperté...pensativo pues. No sé a que vino el sueño, entonces como
el subconsciente juega con sus propias reglas, recién por la madrugada
así de la nada me surgió el recuerdo del Long Play de King Crimson que
me regaló mi hermano mayor para la navidad del 75 ó del 76 - no recuerdo
bien - y el que todavía conservo con su tarjetita dedicatoria muy
cómica e irónica pero en sí muy importante. Muy importante porque habla de él y de
mí. Era la época en que pensábamos armar con dos respectivos
amigos una banda de música que nunca se concretó: mi hermano iba a ser
el batero y yo como buen introspectivo y taciturno iba a tocar el bajo. Estos
dos amigos tuvieron sus bandas por separado e incluso tocaron un
tiempito juntos: recuerdo su actuación en la fiesta de egresados de la
escuela Industrial cuando me recibí. Uno de ellos se graduó conmigo
igual a como lo hicimos en la primaria.
Mi hermano nunca tuvo una batería - no se dedicó a la música pero sí a
la radiofonía y hoy día es el "videista" de una banda local. Recuerdo
que de chico jugaba a filmar con un espejo - sí: usaba la imagen del
espejo como si fuera la pantalla o el visor de una cámara. Por lo visto
algo le quedó de todo aquello. Yo me dediqué a la música como
aficionado, tocando para mí mismo (y mis pobres mascotas que no tienen
mas remedio que soportarme) y listo. Pero nunca tuve un bajo, si
muchas guitarras e incluso un teclado, pero nunca un bajo...hasta hace
unas semanas atrás que me mandé un canje por unas violas que nunca usaba
y ahí descubrí que me llevaba muy bien con el instrumento de bordonas.
Me encantó y me puse en campaña para adquirir un bafle para bajo. Y
justamente hoy adquirí la caja para bajo, que suena muy bien con un
ampli Fender. Así que antes de la siestita estuve probando el chiche
nuevo, improvisando un poco y mucho con mi lindo bajo, que no es nada de
otro mundo pero anda muy bien. Y todo tiene su motivo, porque en
el disco de King Crimson - que es Starless and Bible Black del año 1974 -
canta y toca el bajo nada menos que el reciente desaparecido John
Wetton, y al que siempre admiré justamente por haberlo conocido en este
trabajo discográfico. Y en estas ultimas semanas estuve consiguiendo mas
de su música, por ejemplo descubrí que formó el excelente grupo U.K. a
finales de los ´70 luego de disgregarse King Crimson. Fué el frontman y
co-fundador de Asia en sus comienzos - supergrupo de los 80 y que con
altibajos y distintas formaciones ha llegado a la actualidad - banda que
nunca me terminó de gustar. No sé si la sinapsis de mi cerebro
juntó todo y me mandó el sueño de esta tarde: mi compañero Pepe, que ya
se fué igual que Wetton, el disco que me regaló mi hermano, del cual no
tengo muchas noticias -salvo alguna pasadita por el facebook- porque la
vida es así y no me asombra que la pérdida y el alejamiento se confluyan
en estas simbiosis de tristeza por la muerte de un músico que marcó mi
adolescencia con su arte, el recuerdo de un compañero con el que
compartí el trabajo por 30 años y que se fué pronto y de manera sorpresiva, mi hermano, amigos,
compañeros de secundario que parecen vagar en una nebulosa de
nostalgia, el ponerme ahora hacer lo que no hice cuando adolescente....y
querer abrazar a la gente que uno tuvo cerca y a la que se fué, aunque
mas no sea en un sueño... Un disco que es marca en mi gusto musical.
Una biblia negra y sin estrellas, cuando justamente ahora lo que hago
es escudriñarlas. (la biblia blanca y ESTRELLADA que puso mi hermano
como antítesis: quien iba a decir que terminaría dedicándome a estudiar
las estrellas?) Mientras toco el bajo, saco fotos, observo por el telescopio. La música, siempre la música inasible, como un respiro del espíritu. La ciencia como inclaudicable arma de la razón y del conocimiento. El Arte omnipresente. Y los que ya no están. La vida misma.