EL ARTE DE GRACE

EL ARTE DE GRACE
El Mandala que te libera, vete con él clickeándolo

viernes, 30 de diciembre de 2016

Saldando deudas con el pasado



DEUDA SALDADA:




Gracias a Mercado Libre, hace un par de meses atrás conseguí recuperar dos de mis lecturas favoritas de la adolescencia, . 
Ambas formaban parte de la gran y hermosa biblioteca constituída por mi viejo a lo largo de los años. Y de hecho él también construyó los muebles que la conformaban con verdaderas maderas, muchas de ellas recicladas (nada de aglomerados ó fenólicos, que en esa época creo no
existían), construídos por él mismo como la mayoría de las cosas que estaban en la casa - incluso la misma casa.
 

El primer libro son dos en uno: "El Libro del Té" del japonés Okakura Kakuzo (1862-1913) seguido de "La Flauta de Jade" de Franz Toussaint (1879-1955) traductor y orientalista francés que lo tradujo del chino. Y tambien tradujo del persa mi tan amado "Rubaiyat" del gran Omar Khayyam.
Es curioso que al menos en esta edición de editorial Zeus de 1961 no figura el autor de los poemas chinos, aunque en la web encontré como autor a un tal Shang-ling Tsao.
"La Flauta de Jade" me influyó mucho en su lectura, a tal punto de pretender escribirme un librillo copiando el mismo estilo.
Bueno, que decir del segundo libro:
"El Libro de las Mil y Una Noches", edición mexicana de 1963 de Editorial Aguilar, tres tomos encuardenados en cuero y de papel biblia y con ilustraciones fantásticas que influyeron de por vida en mi manera de dibujar. 

Y ni que hablar de la "atmósfera" oriental en las que me sumergían las historias: de allí me viene el gusto y el respeto por el oriente.
La edición que teníamos en casa creo que era finales de 1950, pero era muy similar a la que ahora conseguí. Recuerdo que tardé en leerlos unos tres ó cuatro años (de 1975 a 1978
En futuros posteos me dedicaré a profundizar en estas hermosas publicaciones.


Las Tapas de ambos libros. Hermosa ilustración en la sobrecubierta del Libro del Té.

Aquí se aprecian los lomos y la presentación del Tomo I de las Mil y Una Noches.



Una de las 15 láminas a color (verdaderas obras de arte) de las Mil Y Una Noches a cargo de Julio Castro De La Gandara.

Hermosas y delicadas páginas de papel biblia con numerosas ilustraciones en blanco y negro de Manuel Benet.

jueves, 29 de diciembre de 2016

El espíritu de la Navidad


Mis amigos Stimpy & Rem infaltables en cualquier navidad
 
Sé que en en la Navidad pasan cosas malas.
Al fin y al cabo solo es un día como cualquiera en el que se celebra un acontecimiento de regocijo religioso.
Y al ser un día como cualquiera las personas nacen, se enferman, se accidentan, se mueren…se alegran, se entristecen, se enojan, se pelean.
Son cualidades de la vida que no tienen fechas.
No existen agendas para el Universo. Las cosas solo suceden.
Asumirse un Papa Noel virtual algo estrambótico en el Face nace como una pequeña broma para darle a los demás lo que uno hubiese querido para sí. La idea original era bastanta socarrona, pero terminó tornándose mas seria de lo previsto: dejar de lado la burla a una festividad demasiado bastardeada por una sociedad consumista e hipócrita, para ofrecer mas no sea de manera pequeña una esperanza de reales buenos deseos para las personas que habitan este planeta.
¿No pensaron lo que realmente significa la Navidad, mas allá de una celebración compartida en familia ó con amigos?
En esta Navidad, como ya dije, murieron personas. Como lo habrán hecho el mismo día en que nació ese ícono llamado Jesús y del cual realmente no se tienen pruebas concluyentes de su verdadera existencia.
Pero ese no es el tema de discusión, sinó lo que Él representa: si eres creyente te regocijas por su venida al mundo terrenal porque la misión que le encomendó Dios – Su padre y Creador de todo lo que existe – fué salvar a la humanidad del mal camino que había tomado en su libre albedrío. 
¿Y como? 
No solo predicando buenos comportamientos para con el prójimo, dando el ejemplo ayudando a los necesitados, sinó también haciéndose cargo de todos los pecados de la humanidad -dándose en sacrificio para expiar y lavar los espíritus enfermos.
¿Hay renunciamiento mas grande que entregar a su propio hijo en sacrificio perpetrado por aquellos a quienes justamente vino a salvar?
¿No pinta como una tremenda injusticia que alguien puro absorba el mal de los demás para liberarlos? 
Todo para producir la conciencia necesaria, para que los espíritus, las almas perdidas en la oscuridad pudiesen despertar. (Despertar a la responsabilidad de asumirse parte de una especie que debe aprender a convivir en un planeta ínfimo perdido en el Cosmos, convivir para no generar sufrimiento)
Y con ello la esperanza de una continuidad, del acceso a otro plano existencial, manifestado en la resurreción.
Como con un ejemplo contundente que NO TODO TERMINA EN LA MUERTE. 
Que la muerte es solo un proceso.
Tal vez – y como está muy bien estudiado – todo se trate de un cuento armado con retazos de otras creencias -indúes, persas, egipcias, etc.-y de ceremonias paganas que dieron origen al Cristianismo. Incluso el “sacrificio de Cristo” continúa la costumbre pagana del sacrificio de animales para agradar a los Dioses ó al Dios monoteísta de los judios.
Pero la esencia está incólume. 
Luego de la alianza con Noé, Dios vuelve a darle crédito a su propia creación con un significado todavía mayor, sacrificando a su propio hijo para que finalmente esas desagradecidas criaturas humanas pudiesen redimirse de sus sufrimientos.
La historia quedó en género masculino (Padre-Hijo) supongo que por razones culturales. La civilización en aquel tiempo era patriarcal. Pero su trascendente significado no cambia si igual se tratara de Madre-Hija.

Y sé entonces que en esta Navidad muchos han sufrido cuando otros festejaban.
Y justamente la Navidad se trata de eso: de redimir el dolor de la existencia para no ahogarnos en la continua desesperanza a la que parece someternos.

¿Como comienzan las cosas? Con el deseo. Si no existe deseo no existe nada.
Por eso bienvenidos los buenos deseos para esta Navidad y para todas las que vendrán.
Y tal cual como había un programa de TV titulado "Todo el año es Navidad" (protagonizado por el gran actor Raúl Rossi) , así esperemos que todos los días sean Navidad.
 
  




martes, 27 de diciembre de 2016

25 de noviembre de 2016



2:47 de madrugada de sábado, trasnoche de viernes.
Escuchando la radio, Marcelo Neira da la noticia: Murió Fidel.
Puteado por muchos, amado por otros.
Digan lo que digan, fue el único que se le plantó al Imperio. Y solo a un "viaje en balsa" de distancia. Y sin dudas que se la bancó y gracias al pueblo cubano porque sinó no hubiese durado demasiado.
Y claro... después Rusia porque sino los yanquis se lo iban a terminar morfando crudo.
Sin embargo, la Revolución Cubana fué la excusa para la intervención solapada de los Estados Unidos en toda Latinoamérica, generando las dictaduras asesinas que nos coartaron la libertad. No querían que se expandiera al continente semejante revés a sus intereses.
A nivel macrocósmico podríamos verlo como la reacción a toda acción que ocurre en el universo.
Fué otra época, y a Fidel le pasó lo mismo que a los que justamente quedan atrapados por el pasado, sin posibilidad de cambio después de encarnar al mismo cambio, tristemente anacrónico.
Al menos hizo algo por su patria, por su tierra. Bien o mal según se lo mire, pero hizo algo que motivó su existencia.
Y sabemos que quien transa con el "poder" se debe atener a sus reglas para sobrevivir.
Nadie jamás tiene la verdad, ni siquiera la verdad sobre símismo.
Fidel se murió, y el pasado sigue acosando, como la muerte misma.

Por eso en esta trasnoche hoy no tomo mates, sino whisky, mientras escucho a Marcelo Neira y a Jorge Magistri en sus imperdibles diálogos en tanto pasan a Litto Nebbia en su "Muerte en la Catedral".....
........toda coincidencia es consecuente. 


Fidel junto al Che. Casi en otro espacio-tiempo:cuando la leyenda recién comenzaba

Conciso y exacto al respecto me pareció este lúcido post, entre tanto comentario blanco o negro:  
http://elperrodeelvecino.blogspot.com.ar/2014/11/la-otra-cara.html