EL ARTE DE GRACE

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martes, 1 de noviembre de 2016

Claustrofobia Spinettiana


Hola (¿a Quién?). Me lo tenía en borrador desde el 2014 y hoy se me canta publicarlo:  

  Va con una foto del Sol que hice de una serie de prácticas en 2015, porque esto está relacionado con  la Luz y la Vida.


Me impresiona el hecho de que Luis vivía, literalmente, en una casa sin ventanas.(una casa-estudio de grabación), algo que no se condice con su música ¿o sí? Porque de hecho su música es principalmente una música introspectiva - aunque conteniendo un profuso mundo interior, riquísimo y abierto al Cosmos.
Me pregunto si esta manera de vivir como encerrado - además no le gustaba salir mucho por esas molestias de andar lidiando con la fama- no habrá tenido algo que ver con su enfermedad. El hecho de no oxigenarse naturalmente (la casa se alimentaba con un sistema de aire acondicionado, lo que choca también con una visión ecológica) y, lamentablemente, de asumirse como un asiduo fumador, me hacen especular que tales situaciones le pudieron haber jugado en contra.
Él decía que antes de tener ventanas con rejas prefería ver entonces un muro, porque detestaba las rejas. Es extraño que haciendo referencia en sus canciones a lo largo de toda su carrera a "La Luz" y "al Aire" viviese como un topo...
A mí lo descripto me da sensación de claustrofobia (de hecho soy un poco claustrofóbico), por eso trato de tener siempre las ventanas abiertas de alguna manera u otra (dan a un amplio parque bien resguardado) a pesar de que todas ellas contienen rejas; pero eso no me importa si pasa el aire y la luz a través de las mismas.  
Por supuesto aclara que la fuente de luz natural y de aire era su terraza, adonde acudía cuando así tenía ganas. Tal vez esto invalide todo lo anterior...

Hay como un quiebre en la cronología de Spinetta. Me extrañó sobremanera enterarme cuando falleció que vivía en la ciudad, en un barrio, y en la casa ya descripta cuando antes solía tener períodos de aislamiento, tomando distancia de la locura urbana, en sendas quintas del Gran Buenos Aires: cuando Pescado alquilaron una quinta zona sur si no me equivoco para componer tranquilos; en General Rodríguez cuando formó Invisible - que junto a Machi y Pomo formaron una cuasi-comunidad - y en los ´80 cuando vivió también en una quinta en Castelar - precisamente en Parque Leloir, que para esa época varios "rockeros" tenían allí sus moradas - en donde se criaron sus hijos.
Así que luego, tal vez cansado de "tanto verde" abandonó esta forma de vivir en zonas abiertas.

Desconozco si la separación de su esposa Patricia tuvo algo que ver, pero fué para esa época que es cuando comienza su relación con la modelo y actriz Carolina Peleritti, que parece cambiar de morada, forma Los Socios del Desierto y sale de un ostracismo autoimpuesto por su malestar con el devenir de la cultura y de la industria musical, y de alguna manera retorna a sus fuentes bien rockeras similar a la de Pescado Rabioso. (¿debe tal vez considerarse como una especie de revalorización del vigor masculino?).
Luego que se separa de Peleritti retoma una visión más tranquila, como asentada en una profunda contemplación de la existencia. A la vez parece replegarse nuevamente en su consabido aislamiento - en la entrevista que le hace Gloria Guerrero en 2001 manifiesta una contundente paranoia-  Así, sus últimos discos mantienen una armoniosa pero pujante expresión musical, repletas del lirismo de sus tempranas épocas y no exentas de una cierta tristeza (adjetivo dado a tales obras por su amigo Alejandro Rozitchner). Esta postrera etapa está signada al parecer por una equilibrada y madura nueva relación sentimental, protagonizada por su última pareja: Mercedes.

Después del 2009 en que presenta con Las Bandas Eternas ese fastuoso e inolvidable recital que entraña un resumen de toda su carrera, continúa tocando y presentándose en diferentes sitios. Vive en su casa sin ventanas y se le manifiesta la terrible enfermedad (en honor a la verdad ya tenía problemas de salud en un pulmón - esto dicho por su propio hermano Gustavo -) que tras 8 meses termina por hacerlo sucumbir.

Y yo en mi estúpida y tal vez imperdonable especulación, me pregunto que hubiese sucedido si Luis hubiera vivido en un lugar abierto a la naturaleza, en una playa, en una quinta poblada de árboles como en las que supo vivir, practicando alguna sana actividad física como la natación (lo dice en la entrevista: me gustaría tener una pileta y un quincho...) y por sobre todas las cosas si hubiera podido abandonar el vicio terrible de fumador. Jamás se sabrá, como así también es difícil asegurar que el deteriodo físico proviene realmente de un deseo, de un impulso inconsciente. Vivir sin ventanas por donde penetre la luz, con aire asistido "mecánicamente" como lo expresó Él mismo, fumando asiduamente....me remite a una pulsión insana, a un deseo de apagarse.
Y la causa de tal deseo ahora sí que es tema de real especulación: desde el bajón que supone la partida de amigos músicos y la de su entrañable padre, al oscuro devenir sociopolítico y cultural del país. No sé, con una familia y con una pareja amada y que lo amaba, con una valorada libertad de acción dedicándose a hacer lo que le gustaba como dibujar y crear música, no me cierra que Luis albergara de alguna manera un deseo de autoaniquilamiento, aunque como bien sabemos, las oscuras y desconocidas fuerzas del inconsciente son los poderosos y determinantes hilos que mueven nuestras acciones.
De verdad, toda esta trama armada de pretensiosas racionalizaciones y absurdos comentarios para al final de cuentas poder decir, a modo de una Niní Marshall de pacotilla: 
                               
                          "Flaco, no quería que te nos fueras así, tan derrepente...." 

¿Cabe acotar que la claustrofobia Spinettiana es en realidad mi propia claustrofobia y que cuando uno arriesga teorías acerca de otros lo hace en función de uno mismo? El Ego que le dicen...



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